Vamos al cine
Cinefilia
A todos nos gusta el cine, y todos tenemos nuestros buenos motivos para ello. Actores, actrices, directores, películas, escenas, música, imágenes, géneros, momentos, vivencias, recuerdos, emociones, sentimientos, ideas, saberes, amores, todo ello se conjuga en nuestras mentes y en nuestras almas cada vez que vemos una película. Sin duda, cada uno de nosotros tendrá su lista de favoritos, y podrá fundamentar por qué ama el cine El filósofo, escritor y periodista José Pablo Feinmann en su libro sobre cine EL CINE POR ASALTO, se expresó al respecto
MANIFIESTO
"Si Chaplin no se hubiera comido un zapato. Si Buster Keaton no se hubiera trepado a una locomotora. Si Tod Browning no hubiera hecho Drácula, con Lugosi. Si Boris Karloff no hubiera sido el monstruo de Frankenstein. Si William Powell y Mirna Loy no hubieran sido Nick y Nora Charles. Si Asta no hubiera sido Asta. Si Clark Gable no hubiera tomado entre sus brazos a Vivien Leigh y no la hubiera subido por esa gran escalera. Si Katharine Hepburn no hubiera roto el palo de golf de Cary Grant. Si Ingrid Bergman no le hubiera dicho a Humprey Bogart “el mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos”. Si Bogart no le hubiera dicho a Claude Rains “este es el comienzo de una hermosa amistad”. Si Lauren Bacall no hubiera pedido un fósforo. Si Erroll Flynn no hubiera muerto con las botas puestas en el Little Big Horne. Si Orson Welles no hubiera dicho Rosebud. Si Glenn Ford no le hubiera dado esa cachetada a Rita Hayworth. Si Richard Widmark no hubiera tirado a la paralítica por la escalera. Si Alida Valli no se hubiera enamorado de Farley Granger. Si Vittorio de Sica no hubiera imaginado una historia con bicicletas. Si Robert Ryan no hubiera ganado una pelea que debía perder. Si Sterling Hayden no se hubiera muerto sobre el césped de la chacra de sus padres, olfateado por los caballos. Si Jean Hagen no hubiera tenido una voz desopilante. Si Gene Kelly no hubiera bailado bajo la lluvia. Y Fred Astaire con un perchero. Si Cyd Charisse no hubiera tenido esas piernas. Si James Stewart no hubiera mirado por la ventana indiscreta. Si John Wayne no hubiera tomado entre sus brazos a Natalie Wood para decirle “Vamos a casa, Debbie”. Si James Withmore no hubiera derrotado a las hormigas gigantes. Si james Dean no hubiera acercado su silla al lecho de su padre enfermo. Si Audrey Hepburn no hubiera ido a aprender cocina a París. Si a Mónica no le hubieran gustado los veranos. Si la doncella no hubiera tenido una fuente. Si Rocco no hubiera tenido hermanos. Si Bogart no le hubiera dado 25000 dólares a Toro Moreno. Si Peter O’ Toole no hubiera cruzado el Nefud. Si los Beatles no hubieran viajado en el submarino amarillo. Si Gene Hackman no hubiera escuchado conversaciones que no debía escuchar. Si Marlon Brando no se hubiera muerto jugando con su nieto en un jardín. Si Robert Duvall no hubiera dicho “Amo el olor del napalm por la mañana”. Si Dustin Hoffman no se hubiera graduado. Si Facón Grande y el alemán Schultz no hubieran sido tan valientes y nobles. Si Federico Luppi no se hubiera cortado la lengua. Si Aristarain no hubiera filmado mi primera novela. Si Michelle Pfeiffer no hubiera sido Gatúbela. Si Thelma y Louise no hubieran salido a la ruta. Si Tarantino no hubiera leído novelas baratas. Si nada de esto hubiera sido así, no amaría el cine como lo amo. Pero, Lo juro, así fue.
Y ustedes lo saben tan bien como yo.